contadores web reloj html

lunes, 10 de octubre de 2011

«Los que abusan de las drogas envejecen antes»


Javier Romero se echa las manos a la cabeza al ver de qué forma se extiende el consumo de cannabis entre los jóvenes españoles. Lo mismo sucede con la cultura de ponerse hasta arriba de alcohol. Dos realidades de la España actual. Este catedrático en Fisiología de la Universidad Católica de Valencia se alarma porque conoce las consecuencias de estos hábitos, nefasta para los cerebros todavía en formación de los adolescentes.

El profesor de la facultad de Medicina sentenció a los que abusan del acohol y las drogas. «Estos jóvenes envejecerán antes», asegura. Romero y José Manuel García Verdugo presentaron ayer, durante el curso "La adicción, una enfermedad" de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia, el estudio que realizaron a medias y que concluye que el alcohol dificulta la creación de células madre en el cerebro, un problema que influye directamente en la memoria y el aprendizaje.

El cerebro está en formación hasta los 21 años. De ahí el peligro de caer en este tipo de adicciones antes de alcanzar esa edad. La edad media de inicio en el consumo de alcohol es de 13,7 años, un dato que considera altamente preocupante. «Llegará un momento en el que les costará mucho memorizar o aprender algo porque sin células madre es imposible». Este «envejecimiento prematuro», dice, empieza a acusarse entre los 40 y los 50 años.

El caso del cannabis es especialmente grave en España, donde el perfil muestra «un consumidor convulsivo». Javier Romero asocia el hachís al fracaso escolar. «La relación es dramática. Las cifras de abandono escolar están ahí y se ha demostrado que, en muchos casos, tienen que ver con el consumo de cannabis». Por no hablar de la cocaína, una sustancia que otorga a España el liderazgo en consumo en Europa.

El catedrático de la facultad de Medicina tiene muy claro que estas adicciones tan arraigadas en nuestro país tendrán unas consecuencias fatales que se harán tangibles en el futuro. «Los jóvenes que hayan consumido mucho tendrán sus capacidades intelectuales muy mermadas y eso se reflejará en su educación. El impacto será económico, social y de todo tipo».

El caso de la Comunitat Valenciana no es, para Romero, especialmente preocupante. «Los valencianos somos el reflejo de la estadística nacional. No somos de los mejores, pero tampoco de los peores». Romero reclama al Gobierno campañas de concienciación más precoces, pues «éstas no calan entre la gente adulta».